Estructura del amianto

 

El amianto, también llamado asbesto, es un mineral conocido y utilizado desde la antigüedad por sus magníficas propiedades.

 

Existen seis tipos de amianto:
ESTRUCTURA
Amianto blanco Sus fibras son curvadas Amianto con fibras curvadas
Amianto azul Sus fibras son rectas     Amianto con fibras rectas
Amianto marrón
Amianto amarillo
Actinolita amianto
Amianto gris

El amianto está compuesto por fibras muy pequeñas, tan diminutas que no es posible verlas a simple vista. Las fibras de amianto se agrupan unas al lado de las otras y, en muchos casos, se pueden separar fácilmente. En cambio, también son largas y resistentes y, algunas de ellas, tan flexibles como para poder ser entrelazadas.

El amianto blanco es en parte diferente de los demás tipos de amianto, ya que está formado por fibras sensibles fácilmente separables muy finas y largas, flexibles y curvas.

El resto de los diferentes tipos de amianto (amianto azul, marrón, amarillo, gris y la actinolita amianto) están formados por fibras duras y rectas de mayor tamaño que el amianto blanco y que pueden romperse también con facilidad y en muchas ocasiones con forma de aguja o puntiagudas.

Estas fibras están unidas débilmente, con lo que pueden fragmentarse en fibras más pequeñas o filamentos. A la facilidad por la que el amianto puede romperse y liberar fibras al ambiente se denomina friabilidad.

La friabilidad de un material aumenta cuando:

● envejece,

● se rompe,

● se deteriora.

Estas características especiales del amianto y de las fibras que contiene lo convierten en una sustancia casi mágica con magníficas propiedades.

“El amianto es indestructible, resistente al fuego y a los ácidos”